En este punto le damos cierre a nuestra visita. Una vez crucemos la imponente puerta verde de la antigua Catedral, encontraremos la zona comercial, el espejo de agua, el Monumento Memorias de la Sal y el Centro de Convenciones de la Catedral de Sal de Zipaquirá, un escenario para la Educación y la Cultura en lo más profundo de la tierra. Está ubicado en una antigua cámara de explotación, que tiene 10 metros de ancho, 16 metros de altura y 80 metros de longitud.
Hacia el centro del camino, a su derecha encontramos el espejo de agua que atrae a todos los turistas por su encanto. Mide 80 metros cuadrados y 10 cm de profundidad. Lo invitamos a recostarse en la baranda, mirar hacia abajo y conectarse con la superficie.
Descubrimos dos fenómenos ópticos: reflexión y refracción de luz que nos permite ver una cámara profunda ante nuestros ojos. Al fondo de la zona comercial al costado izquierdo se puede conectar con el Monumento Memorias de la Sal, donde el artista zipaquireño Carlos Penagos exalta al muisca haciendo ofrendas de sal, con la representación de árboles locales como el roble y el mano de oso, y búhos Cabeza de Corazón que, según los muiscas, representan la inteligencia y los saberes. A su derecha, se encuentran con el diseño de una gran araña que, según la interpretación del artista, representa la paciencia y el trabajo.
Recuerde que en la puerta de la Zona Comercial, encuentra el stand de Orpheo para la devolución de la audioguía.